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  • Foto del escritorDr. Gerardo Toledo

Recursos para mejorar nuestra expresión oral y escrita, parte II

Sobre la redacción, sus diversos estilos, normas ortográficas que te ayudan y otros aspectos relativos a las dificultades con la expresión escrita.


La redacción

Para ordenar por escrito lo que deseamos comunicar, en primer lugar debemos realizar un plan de trabajo, que luego se irá corrigiendo. Este esquema sería como un armazón al que hay que ir completando con conceptos. Esto no significa que previamente no podamos ir anotando ideas dispersas de lo que queremos transmitir, por el contrario, el hacerlo nos será de suma utilidad. Cualquier texto de redacción te recomienda observar tres partes:


1. La introducción

2. El cuerpo o desarrollo

3. La conclusión


y tres aspectos fundamentales a destacar :


1. El contenido: que es lo que deseamos transmitir

2. El estilo: es la forma propia que cada autor le da a su trabajo

3. El plan: es el esquema general previamente diseñado.


• Al intercambiar tus trabajos con el de tus compañeros y discutir, entenderás mejor:

¿Qué has querido decir?

¿Qué les gusta más en ese trabajo?

¿Hay alguna parte que hubieran expresado de manera diferente? ¿Hay algún punto que les cueste trabajo entender?


Distintos tipos de redacción


Redacción literaria: cuando la escritura tiene fines artísticos (novela, ensayo, poesía, etc.)

Redacción académica: la utilizada por estudiantes, científicos e investigadores (monografías, reportes, tesis, etc.)

Redacción periodística: es informativa y novedosa. Puede abarcar diversos campos: político, social, cultural, deportivo, etc.

Redacción administrativa y comercial: es la utilizada en el mundo de los negocios.


Requisitos para la elaboración correcta de un escrito:

• Ser claros, concisos y precisos.

• Respetar las reglas gramaticales.

• Ser coherentes, ordenados y objetivos.

• Ser corteses.

• Ser prolijos y elaborar una buena presentación.

• Utilizar en lo posible insumos de buena calidad (papel, impresión, etc.)

• No utilizar términos vulgares.

• Ser veraces.

• No abusar de los superlativos.

• No escribir de más ni de menos.

• No omitir la información importante.

• Utilizar un lenguaje adecuado y sencillo.

“Yo trato de respetar el lenguaje. Además, pienso en mi comodidad y en la comodidad del lector, y trato de usar las palabras más sencillas, que no obligan a interrogar el diccionario.”
Jorge Luis Borges

Las normas gramaticales nos ayudan

El primer fenómeno inmediato e independiente que subyace desde el momento que queremos expresar algo por escrito es anterior a la elaboración: es la intención que tengas de expresar una idea determinada, con un fin determinado.

El segundo fenómeno es la imprescindible necesidad de que el lector entienda, con rapidez, el contenido del texto. El logro de este objetivo se facilita notablemente con el uso de normas generales para una eficaz comunicación y con la utilización de un vocabulario adecuado. La escritura constituye un sistema estructurado, establecido con reglas semánticas, morfológicas y sintácticas, y está reglamentado por normas ortográficas, que nos ayudan a garantizar una correcta integración de cada una de las partes del texto (palabras, oraciones, párrafos).


Normas generales recomendadas

(tanto para la redacción informativa como para la comercial)


1. Elige los términos convenientes Utiliza palabras precisas y sencillas.

Precisión significa que cada término deberá ser empleado con la máxima exactitud. Por lo tanto no es conveniente la utilización de vocablos vagos, imprecisos, aplicables a todo. (‘palabras baúl’). Ejemplos:


Sustitución:

Esta historia tiene algo trágico. Esta historia tiene un argumento trágico.

Supresión: Esto es algo sospechoso. Esto es sospechoso.


Sencillez:

Utilizar palabras de dominio general, pero sin recurrir a lo vulgar.

Evitar los regionalismos y vulgarismos: lana/ dinero chavo/ muchacho- niño

Usar las palabras de idioma extranjero en casos extremos, por ejemplo cuando no exista la traducción exacta de esa palabra en castellano.

Eludir tecnicismos, salvo en escritos especializados: cefalalgia/ dolor de cabeza

No emplear palabras cuyo significado no figure en el diccionario: arribista/ advenedizo.


2. Construye oraciones y párrafos breves.

Las ideas expresadas en oraciones cortas facilitan la comprensión del lector y te ayuda a cometer menos errores gramaticales. Pero si recurres sólo a oraciones breves, corres el riesgo de que el resultado del escrito sea pobre, telegráfico y monótono; por el contrario, si sólo utilizas oraciones largas el mensaje puede ser confuso y el efecto de su lectura tedioso. Por lo tanto, la combinación de oraciones largas y cortas logra el equilibrio justo del texto.


3. Prescinde de las ideas y palabras innecesarias.

La aplicación de esta norma ayuda a desarrollar la capacidad de resumir.


4. No recurras a expresiones vulgares o frases hechas.

Esta norma tiene por objeto elevar el nivel del escrito. Los términos vulgares o las frases hechas carecen de novedad o de fuerza expresiva. Así como también la exageración en la adjetivación hace que el texto pierda veracidad. En un escrito comercial la sobriedad y la prudencia son requisitos importantísimos.


5. No incurras en repeticiones de palabras.


6. Realiza una coherente conexión entre oraciones.

Debes unir convenientemente la idea de una oración a la idea de la anterior y la siguiente, mediante el manejo adecuado de los nexos coordinantes. Estos nexos relacionantes son, por ejemplo: por consiguiente/ debido a / por lo tanto/ porque/ asimismo


El plan de lo que se va a escribir

Es el esbozo general, el punto de partida antes de escribir. Constituye el esqueleto que se debe completar con ideas, conceptos, definiciones, etc.

La carta constituye un ejemplo de orden, reflejado en cada una de sus partes :

fecha

encabezamiento

• introducción

tema

despedida

firma


Este esquema básico, como el de la carta, cumple la función de mantener un orden estructural en la expresión del pensamiento. La corrección de una carta depende del conocimiento que tienen el escritor de las normas gramaticales.


Si dicha normas son aplicadas correctamente, se logra una óptima impresión en el receptor. La consulta permanente del diccionario disipa las dudas con respecto a la elección del término más conveniente.

Ortografía

Hablaremos de ortografía refiriéndonos a la escritura correcta de toda palabra oída, leída o pensada, una convención de cierta estabilidad que permita compartir un mensaje. Nos ocuparemos de los estudiantes que obteniendo un rendimiento normal, fracasan en ortografía. Las preguntas que nos formulamos son:

¿Qué es lo que impide a una persona de rendimiento normal tener una ortografía acorde a esas posibilidades?

¿Por qué la ortografía promedio ha ido deteriorándose, a pesar de haber aumentado el promedio del nivel de escolaridad alcanzado por la población?

En el uso de la lengua oral, nuestro pueblo ha homogeneizado algunos sonidos ("s","c" y "z"/ "b" y "v"/ "ll" y "y"), complicando la práctica pedagógica.


Cuando ni la etimología ni la regla ortográfica nos pueden ayudar, nos queda recurrir a la memoria visual. Generalmente, la persona que escribe con cierta fluidez no se detiene a meditar cada palabra, pero cuando duda ante la ortografía de una de ellas, es frecuente que esté en condiciones de tomar una decisión después de escribirla de dos formas distintas y observarlas. Seguramente una de ellas le resulte una forma más armónica, más familiar o más convincente que la otra. En este caso ha recurrido a su memoria visual en auxilio de su memoria motora. El automatismo que debía resolver esa palabra falló y acudió entonces a un recurso de otro tipo, esta vez visual.


De hecho, si todos aprovecharan la información visual en igual medida, a igual cantidad de lectura correspondería igual nivel ortográfico, pero la experiencia no muestra una correlación significativa. En el caso de un joven que escribe esa palabra por primera vez, sólo puede recurrir a su imaginación o a la copia. Para que ello no ocurra cada vez que tenga que volverla a escribir, es necesario que la palabra se convierta en una imagen mental estable, o lo que es más funcional, constituya un automatismo disponible. El enriquecimiento del vocabulario, condiciona la aparición de nuevos conocimientos ortográficos, pero siempre sobre la estabilidad de los anteriores.


Cuando el nivel del escritor se lo permite, éste puede recurrir a la deducción o a la aplicación de reglas, para escribir correctamente algunas palabras, pero esos recursos no solamente tiene resultados limitados, sino que generalmente los que tienen buena ortografía han recurrido a ellos sólo ocasionalmente. La apropiación de la ortografía correcta debe ser hecha prácticamente palabra por palabra. Es importante observar que la lengua no es valorada como herencia cultural, hecho que se manifiesta en el particular uso que de ella hacemos los mexicanos y en especial los “chilangos”.


Este caso es común en otros países de Latinoamérica: en argentina—por ejemplo—nuestra lengua se aleja del castellano más que la de otros pueblos hispano parlantes, y por otra parte se incorporan a diario palabras de otros idiomas, cada vez con mayor facilidad. El resultado es una diferencia abismal entre la lengua escrita y la lengua oral. Hablamos en dialecto, combinado cada vez más con más influencia del inglés (en una época fue del francés) y procuramos escribir en castellano. *


El desarrollo de los medios de comunicación basado en la imagen y el sonido contribuye a mantener alejado del sistema lecto-escrito a grandes sectores de la población, por cuanto satisface necesidades que antes se cubrían de otra manera. Este fenómeno en un principio tuvo como consecuencia (cuando los medios todavía guardaban las formas convencionales) que el enriquecimiento masivo del vocabulario de la población presentara relación inversa con el dominio de la ortografía. Luego, la vulgarización del lenguaje de los medios redundó en el empobrecimiento masivo del lenguaje.


Si no hay necesidad real de cambio, ni la copia ni la lectura repetida obran como informantes. Postular la mayor cantidad de lectura como medio de corrección de la ortografía, mientras se niega totalmente el valor de la copia, significa jerarquizar la memoria visual sobre la memoria motora. Creemos que cada aprendiz tiene su propio estilo estratégico y que lo pone en práctica en función de su necesidad. El mecanismo de la escritura sólo es una herramienta, y su uso correcto o incorrecto habilita o margina.

Tal es así, que encontramos una cantidad alarmante de personas supuestamente alfabetizadas, inclusive profesionales, que se niegan a expresarse por escrito, aun a través de pequeños mensajes, por la inhibición que les produce su deficiente ortografía.

Muchos docentes atribuyen el deterioro de la ortografía a la falta de lectura. Nosotros creemos que la lectura frecuente se convierte en un recurso más, apunta a la imagen visual, mientras que la copia apela también a la memoria motora. Partiendo de la idea de que no hay aprendizaje si no hay necesidad, si deseas tener una excelente ortografía recurre a la estrategia que te resulte más eficaz:

Memoria visual

Lectura repetida de cada palabra; mayor cantidad de lectura; escribir la palabra de dos formas distintas y observarlas.

Memoria motora, aprendizaje palabra por palabra

Copia

Deducción

Etimología de la palabra aplicación de reglas ortográficas.


Reglas ortográficas

Uso de la mayúscula. Utilizaremos mayúsculas:

Al principio de un escrito y después de un punto.

• En los nombres propios.

• Después de los puntos suspensivos al citar palabras textuales.

• En la primer palabra después del saludo en las cartas o discursos: Señores: Tengo el honor....

• En los títulos, nombres y apodos que acompañan o califican a un nombre propio: Alfonso el Sabio.

• Cuando a ciertos nombres comunes o colectivos se les asigna valor representativo o simbólico: La Iglesia, La Patria, El Estado.

• En los nombres de instituciones, cuerpos, establecimientos o empresas: Alianza Francesa, Museo de Arte Decorativo, Ministerio de Economía, Obras y Servicios Públicos.

• En los números romanos.

• En los tratamientos de cortesía, cuando están abreviados: Sr., Dr.

• En las consonantes dobles, ch y ll, si corresponde mayúscula, sólo se escribirá la primera de ellas: Llueve, Chasis.

• El nombre de todos los planetas, la Luna y el Sol: Saturno, Urano.


No utilizaremos mayúsculas:

• En los nombres de los días de semana, meses ni estaciones del años (excepto si van precedidos de un punto): abril, otoño, domingo.

• En los puntos cardinales: este, norte, sudoeste.


Uso de 'B' y 'V'

No es sencillo que recuerdes todas las reglas ortográficas, pero sí es muy útil tener el siguiente material a tu disposición, para recurrir a él cada vez que tengas una duda, y de esta manera, con su uso frecuente, se irá incorporando en tu memoria y terminarás aplicando automáticamente esas reglas.


Utilizaremos b:

• En las palabras que tienen las siguientes sílabas iniciales:

ab-, ob-, sub- : absorber, obviar, subdirector. bu-, bur-, bus- : buzo, burla, búsqueda.

bi-, biz-, bis- : bisiesto, bisabuelo, bizcocho.

• En el prefijo bene- : benefactor, beneplácito.

• En las palabras que terminen con : -bilidad, bundo, - bunda : amabilidad, meditabundo, vagabunda. Excepción : movilidad y civilidad.

• En los verbos que terminan con -buir y -bir : contribuir, escribir. Excepción : hervir, servir, vivir y sus derivados.

• En las palabras derivadas de bibl : biblioteca.

• En las palabras en las que b precede a l o r : recargable, cobre.

• En las desinencias del pretérito imperfecto del modo indicativo de los verbos de primera conjugación : cantaba, soñabas, adeudaba.

• En los verbos terminados en -aber : caber, saber. Utilizaremos v:

• En las palabras que terminen en -avo, -ava, -ivo, -evo, -eva : doceava, octava, cautivo, longevo, nueva. Excepción : sílaba, árabe, recibo.

• En las palabras que comienzan con vir- : virtud, virtual. Después de b, d, n : obvio, adversario, invocar.

• En el verbo venir y sus compuestos y derivados :

sobrevivir, venidero.


Escribiste...

tavaquera mobilidad labandera adbertir observava estávamos absolbió tavique bívora hevilla herbir adbervio cavalista sorver polbo atrebimieno


Se escribe...

tabaquera movilidad lavandera advertir observaba estábamos absolvió tabique víbora hebilla hervir adverbio cabalista sorber polvo atrevimiento


Estilos directo e indirecto

Reproducimos a continuación las explicaciones que da y las advertencias que hace Leonardo Gómez Torrego en su Gramática didáctica del español sobre el estilo directo y el estilo indirecto, cuestión que no parece estar muy clara al redactar las noticias, pues son frecuentes los errores sintácticos relacionados con ese tipo de construcciones:

Estilo directo. Cuando una oración depende del verbo "decir" o "pensar" y reproduce las palabras textuales de alguien, se encuentra en estilo directo. Ejemplo:

El presidente dijo: "Hoy hemos tenido algunos problemas".

En la escritura, las oraciones en estilo directo van enmarcadas con comillas y detrás de dos puntos.


Estilo indirecto. Si la oración que sigue al verbo "decir" o "pensar" reproduce la idea de alguien pero no sus palabras textuales, se encuentra en estilo indirecto.

La conversión del estilo directo al indirecto obliga, en ocasiones, a ciertos cambios en las formas verbales (la concordancia entre los tiempos, en los pronombres y otros elementos). Además, es necesario añadir la conjunción subordinante que. Ejemplo: El presidente dijo que ayer habían tenido algunos problemas. Son incompatibles la conjunción subordinante que y el estilo directo, a pesar de que ello es relativamente frecuente en el lenguaje periodístico. Ejemplo: El presidente dijo que "hoy hemos enido problemas".


En algunos manuales de estilo también aparecen advertencias sobre este tipo de construcciones. Veamos qué dice el Libro de estilo del diario ‘El País’:

Es una incorrección sintáctica emplear el que cuando se hace una cita en estilo directo. Para expresar las palabras tal como fueron dichas no se debe utilizar el que, y sí los dos puntos y comillas. Ejemplo: Felipe González dijo: "Ya está bien de obsesiones golpistas". En cambio, en estilo indirecto sobran estos dos signos ortográficos, ha de ponerse el que, y en ocasiones cambia la relación temporal de los verbos. Ejemplo: Felipe González dijo que ya está bien de obsesiones golpistas.


Expresiones en español

Debe decirse

México 16 de septiembre

Mirarse en el espejo

Por cuenta de

Por lo que se ve

Protestar


En lugar de

México a 16 de septiembre

Mirarse al espejo

A cuenta de Aloqueseve

Protestar por todo, de todo, contra todo

Quedé en llamar todo

Quedé de llamar

A base de, en base a


Ejercicio de ortografía:

Corrige la ortografía del siguiente texto


El hombre de Juan Rulfo


Los pies del homvre se undieron en la arena, dejando una hueya sin forma, como si fuera la pesuña de algún animal. Treparon sobre las piedras, engaruñándose al sentir la inclinasión de la suvida, luego caminaron acia arriba, buscando el horisonte.

"Pies planos -dijo el que lo seguía-. Y un dedo de menos. Le falta el dedo gordo en el pie isquierdo. No abundan fulanos con estas señas. Así que será fásil".

La vereda suvía, entre llervas, yenas de espinas y de malas mujeres. Paresía un camino de ormigas de tan angosto. Suvía sin rodeos acia el cielo. Se perdía ayá y luego volbía a apareser más lejos, bajo un cielo más lejano. Los pies siguieron la bereda, sin desbiarse. El ombre caminó apollándose en los cayos de sus talones, raspando las piedras con las uñas de sus pies, rasguñándose los brasos, deteniéndoce en cada orisonte para medir su fin: "No el mío, sino el de él", dijo. Y volbió la cabesa para ver quién havía havlado. Ni una gota de aire, escepto el eco de su ruido entre las ramas rotas...


Se escribe...

Los pies del hombre se hundieron en la arena, dejando una huella sin forma, como si fuera la pezuña de algún animal. Treparon sobre las piedras, engarruñándose al sentir la inclinación de la subida, luego caminaron hacia arriba, buscando el horizonte.

'Pies planos - dijo el que lo seguía -. Y un dedo de menos. Le falta el dedo gordo en el pie izquierdo. No abundan fulanos con estas señas. Así que será fácil'.

La vereda subía, entre yerbas, llenas de espinas y de malas mujeres. Parecía un camino de hormigas de tan angosto. Subía sin rodeos hacia el cielo. Se perdía allá y luego volvía a aparecer más lejos, bajo un cielo más lejano. Los pies siguieron la vereda, sin desviarse. El hombre caminó apoyándose en los callos de sus talones, raspando las piedras con las uñas de sus pies, rasguñándose los brazos, deteniéndose en cada horizonte para medir su fin: 'No el mío, sino el de él', dijo.

Con base en

Y volvió la cabeza para ver quién había hablado. Ni una gota de aire, excepto el eco de su ruido entre las ramas rotas...


* (En el documento original se hace referencia al caso Argentino y al habla (y escritura) “porteña”) www.escatep.ipn.mx/…/Documents/Lecturas/Palabras/Para-que-nos-Sirve-Escribir-Correctamente.pdf



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